lunes, 1 de mayo de 2017

Importancia del telómero y actividad telomerasa en los procesos de envejecimiento y cáncer

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 29 de Marzo de 2008)

El telómero es una estructura morfológica de los cromosomas, de naturaleza nucleoproteica, que se corresponde con la región terminal de los cromosomas. El telómero ayuda a mantener la integridad estructural del cromosoma, evitando la fusión entre porciones terminales de cromosomas contiguos y previene la degradación del ADN por la nucleasas. Participa igualmente en el anclaje de los cromosomas a la matriz nuclear, interviene en la regulación del ciclo celular durante la meioisis y la recombinación homóloga.
Estructuralmente el telómero representa el final de la cadena de ADN, constituida por una repetición de nucleótidos donde predomina la guanina, en humanos el ADN telomérico esta constituido por repeticiones examéricas de tipo TTAGGG que se repiten de 150 a 2000 veces. Esta cadena de ADN terminal se encuentra anclado a proteínas como la TRF1, TRF2 y telomerasa que le sirven a la vez de protección frente a la degradación enzimática por nucleosidasas e intervienen en la reparación del ADN.

Diversos estudios han demostrado que a lo largo de la vida celular se van perdiendo en el telómero de 10 a 200 bases por año, de forma que con el paso del tiempo los telómeros se van acortando. Estos aspectos se revisan en el artículo de F. Arvelo and A. Morales. Telómero, telomerasa y cáncer. Acta Cient Venez. 55:288-303, 2004.

El acortamiento del telómero se ha relacionado con los procesos de envejecimiento celular, de forma que en cierta medida la longitud del telómero podría considerarse como un reloj biológico de la vida de la célula. Pero además, el acortamiento del telómero origina que disminuya la superficie de anclaje de las proteínas estructurales que impiden la degradación del ADN, con lo que este se hace mas susceptible a la degradación enzimática, favoreciéndose la aparición de fusiones entre cromosomas y mutaciones.
  La telomerasa es una ribonucleoproteina que se ha involucrado en los procesos de replicación celular y elongación del telómero, de forma que las células con alta actividad celular (como las cancerosas) tienen una elevada actividad telomerasa y por el contrario durante la senescencia celular la actividad de la telomerasa se vuelve casi indetectable. Esta observación ha llevado a diseñar estrategias para disminuir la actividad de la telomerasa para de esta forma frenar el crecimiento celular incontrolado de algunos tumores. Diversas señales intra y extracelulares como el interferón, citokinas, estrógenos, zinc o la radiación ultravioleta afectan a la actividad de la telomerasa. Diversos factores transcripcionales, algunos de ellos relacionados con oncogenes como el gen myc se han relacionado con aumento de la actividad telomerasa. En los seres humanos el gen hTERT encargado de la transcripción de la temomerasa se encuentra en el cromosoma 5p 15.33 en una sola copia, ocupando 37kb con 16 exones. Las enzimas de tipo proteína kinasa aumentan la actividad de la telomerasa mediante la fosforilación de la subunidad hTERT, de forma inversa la fosfatasa A2 inhiben la actividad de la telomerasa.
Estas observaciones han dado pie a múltiples trabajos que plantean el control del cáncer a través de una regulación de la actividad de la telomerasa alterada. El esquema reproducido a continuación y tomado del artículo de C. B. Harley. Telomerase and cancer therapeutics. Nat.Rev.Cancer 8 (3):167-179, 2008; plantea la existencia de una longitud critica de los telómeros a partir de la cual la célula en crecimiento y desarrollo normal llegaría a la senescencia y con una longitud crítica inferior que favorecería la aparición de mutaciones, la activación de la telomerasa llevaría a la célula a la degeneración neoplásica.
La actividad de la telomerasa se ha intentado controlar inhibiendo directamente la actividad enzimática, pertenecen a este grupo los análogos de los nucleósidos como la azidotimidina (AZT) con actividad sobre la transcriptasa inversa que la convierte útil en las infecciones por retrovirus. Otro grupo de sustancias los L-enantiómeros poseen potente actividad inhibidora de la telomerasa.
Otro mecanismo de inhibición de la actividad telomerasa lo ofrece el desarrollo de inmunidad selectiva frente a la subunidad hTERT, se han diseñado diversos vectores plasmídicos que integran esta cadena de ADN para inmunización terapéutica de sujetos con cáncer.

Dr. José Uberos Fernández

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