(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 23 de Marzo de 2008)
A diferencia de los tratamientos
tradicionales frente al cáncer, las vacunas terapéuticas frente al
cáncer son agentes biológicos que tienen por finalidad activar el
sistema inmune frente a antígenos de las células tumorales, con alta
especificidad y habitualmente de forma segura y bien tolerada. No
obstante, existe una importante limitación en la eficacia de estas
vacunas, y es que con el desarrollo del cáncer se desarrolla igualmente
inmunotolerancia frente a los mismos antígenos con los que queremos
inmunizar.
Los estudios preclínicos que se han
realizado tanto en modelos animales como en el hombre, que pretenden
evaluar la utilidad de las vacunas terapéuticas en el tratamiento del
cáncer han mostrado en todos los casos utilidad. Las diversas
formulaciones incluyen:
-
Complejos proteicos procedentes de lisados de células tumorales.
-
Células tumorales modificadas para segregar citokinas.
-
Células tumorales modificadas para expresar moléculas coestimuladoras.
-
Células tumorales administradas conjuntamente con el bacilo de Calmet-Guerin.
De todos estos planteamientos emergen dos
puntos fundamentales: la vacunación terapéutica origina un beneficio
para el huésped, estimado tal beneficio como rechazo del tumor,
estabilización del crecimiento del tumor y mejora del tiempo de
supervivencia. En segundo lugar, la eficacia es mayor para la enfermedad
poco evolucionada que para la enfermedad en estadios terminales.
Los estudios clínicos indican que las vacunas
terapéuticas en oncología son habitualmente seguras y bien toleradas. En el
artículo de J. Stebbing, C. Wood, M. Atkins, R. Bukowski, S. Litwin, M.
Bower, A. Parsa, and H. Levitsky.
Cancer vaccines: Clinical development challenges and
proposed regulatory approaches for patient access to promising treatments.
Cancer 112 (5):955-961, 2008. Se revisa el estado actual de
la evidencia sobre la utilidad de las vacunas terapéuticas en el cáncer.
Varias décadas de investigación en este campo permiten en el momento actual
disponer de algunas evidencias que merece la pena considerar.
C. A. Uyl-de Groot, J. B. Vermorken, M. G.
Hanna, Jr., P. Verboom, M. T. Groot, G. J. Bonsel, C. J. Meijer, and H. M.
Pinedo. Immunotherapy
with autologous tumor cell-BCG vaccine in patients with colon cancer: a
prospective study of medical and economic benefits. Vaccine 23
(17-18):2379-2387, 2005; publicaron los resultados de este ensayo
multicéntrico realizado en pacientes con cáncer de colon en estadios II y
III a los que se les administraba inmunoterapia activa con células tumorales
autólogas mas el bacilo de Calmet-Guerin como inmunomodulador (OncoVax). Hay
que recordar que el cáncer
de
colon es la segunda causa de cáncer mas frecuente en USA, aumentando su
riesgo de forma significativa a partir de los 40 años y duplicándose a
partir de los 55 años. Este ensayo clínico recluta a 254 pacientes con
cáncer de colon en estadio II y III; a los pacientes después de realizarse
cirugía electiva, se les asigna de forma aleatoria tratamiento con OncoVax o
no tratamiento. El tratamiento con OncoVax se administra a los 25 días
después de cirugía y otra dosis una semana mas tarde, la dosis equivale a 107
células tumorales irradiadas y 107 células de BCG. A las 3
semanas y a los 6 meses los pacientes reciben una dosis por vía intradérmica
de 107 células tumorales irradiadas sin BCG. Las dosis de vacuna
se administran en cada una de las 4 dosis en puntos distantes. Los pacientes
tratados con OncoVax en estadio II tienen un riesgo de recurrencia
significativamente menor, 79% vs 62% (RR: 0.49; IC 95%: 0.27-0.89), los
pacientes con cáncer de colon en estadio III presentan un riesgo de
recurrencia tras tratamiento con OncoVax similar al grupo control (RR: 1.05;
IC 95%: 0.55-2.07). La supervivencia a los 5 años es significativamente
mayor en los pacientes tratados con Oncovax en estadio II; sin embargo
cuando ampliamos el periodo de seguimiento a 5-10 años estas diferencias no
estadísticamente significativas (RR: 0.54; IC 95%: 0.27-1.07).
Otra
evidencia disponible la extraemos de E. J. Small, P. F. Schellhammer, C.
S. Higano, C. H. Redfern, J. J. Nemunaitis, F. H. Valone, S. S. Verjee,
L. A. Jones, and R. M. Hershberg.
Placebo-controlled phase III trial of immunologic
therapy with sipuleucel-T (APC8015) in patients with metastatic,
asymptomatic hormone refractory prostate cancer. J Clin Oncol. 24
(19):3089-3094, 2006; en ella se hace referencia al
tratamiento del cáncer de próstata no andrógeno dependiente en 129
pacientes con metástasis reclutados en 19 centros hospitalarios de USA.
Estos pacientes reciben tres infusiones de células dendríticas a
intervalos de 2 semanas o placebo.
El tiempo medio de supervivencia fue de 25.9 meses para
los pacientes que reciben Sipeleucel-T, frente a 21.4 meses de los que
reciben
placebo, lo que supone un tiempo medio de supervivencia
significativamente mayor en los pacientes tratados con inmunoterapia.
La resistencia a los citostáticos
representa una de las principales causas del fallo de la quimioterapia
en el tratamiento del cáncer. Dicha resistencia puede ser intrínseca de
las líneas celulares tumorales o adquirida en el transcurso de la
quimioterapia. Para evitar dicha resistencia muchas pautas
quimioterápicas han asociado además de nuevos quimioterápicos la
combinación de varios de ellos, mejorando espectacularmente los
resultados. En otros casos se ha propuesto utilizar la inmunoterapia
como mecanismo para regular la resistencia a la quimioterapia en el
transcurso del tratamiento de muchos tumores como proponen en su
artículo G. Liu and J. S. Yu.
Cancer vaccines: a novel strategy to sensitize
malignant glioma to chemotherapy. Expert.Rev.Neurother. 7
(10):1235-1237, 2007. Las ventajas que a priori podrían
destacarse de la utilización de vacunas terapéuticas en el cáncer son:
-
Son altamente específicas para las células cancerosas por los que a priori puede suponerse baja toxicidad para las célula no cancerosas.
-
Reconocen y eliminan las células cancerosas indiferentemente de la fase y ciclo celular.
-
Los tumores que desarrollan resistencia a la quimioterapia podrían ser convenientemente tratados con inmunoterapia.
-
Las vacunas, en virtud del desarrollo de memoria inmunológica, ejercen un efecto duradero anti-tumor, evitando la necesidad de repetidos ciclos de quimioterapia.
-
Ofrece la posibilidad de prevenir determinados tumores en sujetos de alto riesgo.
Los antígenos tumorales debidamente
presentados por las células presentadoras de antígenos pueden ser
reconocidos por los linfocitos T citóxicos y desencadenar una respuesta
en el sentido de eliminar todas las células portadoras de tales
antígenos. Determinados antígenos identificados en células tumorales,
identificados como TRP-2, MERGE-1, HER-2, EGFR, MRP-3, Epha-2,
timidilato sintetasa y factor inhibidor de la apoptosis, actúan además
mediando la resistencia a los quimioterápicos. Las células dendríticas
son las mas potentes células presentadoras de antígenos e inducen una
potente reacción humoral y celular contra los antígenos asociados al
tumor. Diversos ensayos clínicos realizados en pacientes con
gliobastomas han mostrado cierto efecto sinérgico de la inmunoterapia y
la quimioterapia, al eliminarse tras la vacunación las células tumorales
resistentes a la quimioterapia.
Hasta la fecha no existe ninguna vacuna
terapéutica frente al cáncer comercializada; sin embargo, estudios
preclínicos y clínicos sugieren que estas vacunas combinadas con
tratamientos convencionales en el cáncer metastásico podrían ser de
utilidad, este aspecto se revisa en P. M. Arlen, R. A. Madan, J. W.
Hodge, J. Schlom, and J. L. Gulley.
Combining Vaccines with Conventional Therapies for
Cancer. Update.Cancer Ther. 2 (1):33-39, 2007. Las
vacunas terapeuticas frente al cáncer, utilizadas como monoterapia han
mostrado sólo mínimos efectos clínicos, tal vez debido al hecho de
que las células tumorales producen moléculas inmunoreguladoras capaces
de anergizar los linfocitos T. Además la expresión de los antígenos de
histocampatibilidad de clase I (MHC-I) puede reducirse, limitando el
efecto de los linfocitos T citotóxicos frente a las células tumorales.
POr otro lado aspectos como la vasculatura, arquitectura y presión
intersticial en la masa tumoral van a influir en la penetración de los
linfocitos T en el tumor; por este motivo algunos autores sostienen que
las vacuna terapéuticas tendrían sobre todo valor como adyuvantes de las
terapéuticas convencionales del cáncer.
Vacunas mas radioterapia. La
radioterapia es el estándar para la mayoría de los cánceres, utilizada
tanto como tratamiento como con fines paliativos. Debido a la propia
toxicidad de la radiación algunos tumores no pueden recibir mas que
dosis subletales de radiación, sin embargo con esta dosis de radiación
se modulan gran cantidad de genes resultando en alteraciones fenotípicas
de las células tumorales que las hacen mas fácilmente reconocibles y
eliminables por los linfocitos T.
Vacunas mas quimioterapia. Algunos
fármacos quimioterápicos pueden modular la expresión de los antígenos
tumorales. El 5-fluoruracilo regula la expresión del antígeno
carcinoembrionario y MHC-I. En un modelo experimental de melanoma, la
inyección intratumoral de ciclofosfamida y células dendríticas
(presentadoras de antígeno) consigue la erradicación del tumor y en
modelos preclínicos experimentales los quimioterápicos ciclofosfamida,
doxorrubicina, paclitaxel aumentan la respuesta inmune antitumoral. La
quimioterapia parece tener un efecto depresor sobre los linfocitos T
reguladores (CD4/CD25) que se han encontrado aumentados en los pacientes
con cáncer. La depleción de los linfocitos T reguladores a través de la
quimioterapia podría mejorar la actividad de las vacunas terapéuticas
frente al cáncer. Sin embargo, la combinación de quimioterapia con
vacunas terapéuticas tendría su mayor utilidad en las fases terminales
de la enfermedad, en las fases mas precoces del cáncer el sistema
inmunológico es todavía altamente funcional y las vacunas pueden ser
efectivas como monoterapia. Además, no todos los quimioterápicos pueden
ser compatibles con la vacuna. Evidentemente son precisos estudios que
aclaren estos puntos.
Dr. José Uberos Fernández
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